Francisco Caamaño destaca en las XXXIII Jornadas de Estudio de la Abogacía General del Estado que la Ley Concursal favorece una economía más dinámica, innovadora y competitiva
El ministro de Justicia, Francisco Caamaño, destacó el 24 de noviembre que la recientemente aprobada Ley Concursal favorece una economía más dinámica, innovadora y competitiva, en el acto de clausura de las XXXIII Jornadas de Estudio de la Abogacía General del Estado, que bajo el título 'La legislación concursal: respuestas jurídicas para una crisis', se han celebrado durante dos días en Madrid.
La reforma de la Ley Concursal, aprobada por el Congreso el pasado 22 de septiembre, es una de las más de 20 leyes que el Ministerio de Justicia ha llevado a término desde que Francisco Caamaño tomara las riendas de departamento, en febrero de 2008.
Entre las normas impulsadas por su Departamento o en las que se intervino como proponente para contribuir a la mejora económica, el ministro destacó “la constitución de empresas en 24 horas, la regulación del proceso monitorio europeo de escasa cuantía, la ley de arbitraje, la de créditos al consumo, la de contrato del transporte terrestre, las modificaciones introducidas en la ley de auditorías de cuentas, del mercado de valores o en la ley de sociedades anónimas, la reforma de la ley de la jurisdicción social o la reforma de la ley concursal”.
En su intervención, Francisco Caamaño recordó que el será el próximo 1 de enero de 2012 cuando entre en vigor la reforma de la Ley Concursal “cuyas líneas básicas se orientan en una misma dirección: eliminar el estigma del concurso, dar una segunda oportunidad a las empresas con problemas de solvencia, detectar o establecer mecanismos de alerta sobre la verdadera situación patrimonial para tramitar el procedimiento adecuado, ya sea tendente a la liquidación o para cerrar un convenio, y por último, mejorar la situación de los trabajadores ante la solicitud o declaración del concurso”.
Por otro lado, el ministro añadió que “otra gran línea que mueve la reforma es la relativa a la agilización y reducción de costes del procedimiento. Para eso se procedió a una intensa modificación del procedimiento abreviado que pudiera cumplir, así, su finalidad de permitir una tramitación del concurso más rápida, eficaz y con menor coste”.
Francisco Caamaño también destacó el papel de los administradores concursales como “un asistente calificado del juez mercantil, en cuanto juez del concurso, que realiza las funciones de gestión y tramitación” y añadió que “su función permite que el juez se centre en las cuestiones jurisdiccionales y fortalece su función de garantía de derechos y libertades”.
En definitiva, concluyó el ministro “las innovaciones han ido en una triple dirección: conseguir una rebaja en los costes asociados al concurso, una mayor profesionalización y descongestionar trámites judiciales”, a lo que añadió que “con la reforma de la Ley Concursal hemos abierto nuevas posibilidades para asegurar la solvencia de proyectos empresariales viables y merecedores de confianza”.
Fuente: Ministerio de Justicia